USO, como miembro de la Mesa del Convenio Colectivo del Transporte Sanitario, y el resto de organizaciones que la componen, se ha posicionado en contra del informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), de 9 de enero de 2020, que pretende impulsar una reforma de las normas que afectan a la regulación del transporte sanitario no asistido y no urgente (programado).

En un comunicado conjunto, USO, Anea, UGT y CCOO consideran que esta reforma “marcaría un retroceso asistencial de los logros alcanzados en los últimos años, ya que los pacientes tienen derecho a ser trasladados con las mejores garantías, tanto en requerimiento técnico de los vehículos como con la captación del personal que lo realiza, Técnico en Emergencias Sanitarias”.

Entienden los firmantes que taxis y VTC están orientados a otro tipo de servicios y no cuentan ni con vehículos apropiados ni con conductores especializados para poder dar la atención que se precisa, lo que supondría una regresión en la calidad de este transporte, así como una intromisión injustificable. “El transporte sanitario”, continúa el comunicado, “es un servicio que debe estar en relación directa con el sistema de salud que toda sociedad avanzada precisa”.

El RD 836/2012, de 25 de mayo, establece las características técnicas, el equipamiento sanitario y la dotación de personal de los vehículos de transporte sanitario por carretera, regulando en España los vehículos ambulancia mediante su referencia a la norma UNE-EN-1789-2007 + A1:2010, que es la versión española de la aprobada por el Comité Europeo de Normalización. De esta forma, España se consolidó como uno de los países que aceptó los máximos estándares de calidad para los vehículos ambulancia. La Orden PRE/1435/2013, de 23 de julio, desarrolla el Reglamento de la Ley de la Ordenación de los Transportes Terrestres en materia de transporte sanitario por carretera, definiendo de forma clara lo que es el transporte sanitario asistido y el no asistido. Por lo tanto, la petición de la CNMC de que se aclare normativamente el transporte no asistido no es necesaria.

El transporte sanitario no asistido requiere de ambulancias dotadas con equipos de electromedicina y de desinfecciones periódicas, así como de personal cualificado para atender cualquier posible eventualidad. La libre competencia y el mejor servicio están plenamente garantizados por los actuales sistemas de concesión, garantizando los derechos de salud de la ciudadanía.

“Además”, esta pretendida reforma redundaría en una “pérdida sustancial de puestos de trabajo, en un sistema de transporte considerado ejemplar en el resto del mundo”, concluye la nota firmada por el Sector de Ambulancias de la Federación de Servicios de USO.

Antonio Frechilla y Walter Álvarez, responsables estatales del sector de Transporte Sanitario de USO, coinciden en señalar que “este informe de la CNMC solo contribuye a desestabilizar el sector y desvirtuarlo. En primer lugar, los perjudicados serían los propios pacientes, que no tendrían a su servicio profesionales formados como técnicos de emergencia sanitaria (TES). En segundo lugar, conllevaría la pérdida de puestos de trabajo en un sector en el que llevamos muchos años luchando para darle estabilidad. Ha costado mucho profesionalizarlo, ha supuesto un gran esfuerzo en formación, para que ahora llegue un colectivo que con solo un carné de conducir ‘B’ y un vehículo turismo pretenda realizar este trabajo”.